Eduardo Subirats nació en Barcelona en 1947. Su padre fue un superviviente de los campos de concentración del franquismo. La familia de su madre huyó de la Alemania nacionalsocialista en 1937. Tras los estudios primarios en el Colegio Alemán ingresó en la Facultad de Medicina de Barcelona. Su primera experiencia profesional en la Psychiatrische Universitätsklinik de Basel, en 1968, le decidió a abandonar la medicina. En 1972 estudió en la Universidad de Paris-Vincennes con Gilles Deleuze y Jean-François Lyotard. Entre 1975 y 1979 asistió a los seminarios de Klaus Heinrich en el Religionswisseschaftliches Institut de la Freie Universität de Berlín. En 1979 era profesor asistente de teoría estética en la Facultad de Arquitectura de Barcelona. Entre 1981 y 1983 realizó una investigación en Columbia University sobre el arquitecto estadounidense Hugh Ferriss bajo la dirección de Kenneth Frampton. Entre1984 y 1987 fue profesor de historia del arte y la arquitectura, y de teoría estética en las universidades de São Paulo y Campinas. Durante los años siguientes trabajó en Berlín, New York, Madrid, São Paulo, México y Caracas como profesor, escritor y conferenciante.
“Mis años de formación recorrieron la psiquiatría, la filosofía y un intenso interés por los fenómenos ligados a la experiencia estética y la historia del arte. Mi tesis doctoral, El alma y la muerte, resumía una reflexión sobre la crisis de la civilización a partir de una crítica del racionalismo científico, una reconstrucción de las estéticas del romanticismo y el expresionismo, y la reformulación de una teoría critica.”
A lo largo de este aprendizaje Subirats dejó una serie de ensayos que recorren una variedad de motivos filosóficos, artísticos y políticos: la reconstrucción de la conciencia negativa a lo largo de los hitos del romanticismo alemán (Figuras de la conciencia desdichada: 1979), la restauración de la concepción romántica de la naturaleza en el arte moderno europeo (La flor y el cristal, 1987), la crítica de las ideologías antimodernas generadas en torno a la Contrarreforma hispánica (La ilustración insuficiente, 1981) y la crítica del espectáculo postmoderno (La cultura como espectáculo, 1988; Linterna mágica, 1997).
“En los años ochenta y noventa me volqué a la cultura filosófica, artística y literaria de Europa septentrional, me envolví en el mundo latinoamericano y sus memorias, y al mismo tiempo seguía los pasos de las expresiones estéticas modernas. El resultado de estos cruzamientos fue una conciencia atlántica. De Alemania traía su tradición humanista, de Francia, su avant-garde de postguerra, de la Península ibérica, el legado judío e islámico medieval. En América latina descubrí una vitalidad creadora que se daba expresión en las mil formas y colores de la cultura popular y artística. En Princeton y New York escribí mis ensayos más importantes. Mis discordancias no han sido menores que mis identificaciones profundas con los paisajes intelectuales de estos tres continentes.”
La publicación de El continente vacío en 1993 fue recibida hostilmente en Madrid. Este mismo año Subirats fue acogido unánimemente en el departamento de literaturas romances de la Universidad de Princeton. Con ello repetía una circunstancia que no se había dado en las Humanities estadounidenses desde el exilio español de 1939: la admisión en la academia de escritores extranjeros dotados de un perfil intelectual y crítico independiente. Princeton ha significado una época intelectualmente productiva para Subirats. Su testimonio son cinco ensayos: El continente vacío, Paraíso, Memoria y exilio, Mito y literatura y An Essay on Love. Este período también supuso un alejamiento progresivo de Europa, y un acercamiento creciente a América latina y Asia.
“He planteado cuatro perspectivas de reflexión: la crítica de la razón patriarcal y de la teología política de los imperios de Occidente; una hermenéutica artística y literaria abierta a sus raíces mitológicas y religiosas; una filosofía de la historia sensible a los procesos contemporáneos de destrucción y decadencia; y la definición de un nuevo humanismo sobre la base de las tradiciones mitológicas, religiosas y filosóficas más antiguas de la historia de la humanidad”.
El ataque militar al World Trade Center en New York, en 2001, y las subsiguientes guerras afectaron a Subirats en el sentido de decidir el abandono de los Estados Unidos. Intentó en vano un retorno a Berlín y São Paulo. En 2012 adoptó la nacionalidad estadounidense. Durante las dos primeras décadas del siglo dio una serie de conferencias en Alemania, Brasil, México, Colombia, Perú y Chile, así como en los EEUU. Conferencias en las que destacaba tres objetivos: una reforma de los sistemas académicos, un proyecto de renovación de la memoria histórica latinoamericana y europea, y la reformulación de las teorías críticas del siglo veinte. A lo largo de estas décadas oscuras Subirats creó dos revistas literarias latinoamericanas (Crisis y crítica y Almanaque literario) y escribió una serie de ensayos y antologías, los más significativos: La existencia sitiada (2006), Proceso a la civilización (2011), El universo dividido (2015), Una edad de destrucción (2016), Enlightenment in an Age of Destruction (2018, con Ch. Britt y P. Fenn) y Crisis y crítica (2019).